¿Cómo desarrollamos el oído musical?

Cómo desarrollamos el oído musical

Todas las personas que valoramos la música como una disciplina importante en la formación de nuestros hijos, debemos tener en cuenta que poseer un buen oído musical es imprescindible para ser sensibles a los sonidos, ritmos y armonías que escuchamos en una obra musical.

El oído musical es una habilidad que se desarrolla; si bien nacemos con capacidad auditiva, ésta hay que entrenarla para sacar su potencial, y podemos ayudar a nuestros hijos a hacerlo. Lo primero que debemos saber es que podemos tomar parte activa desde el principio y ayudar a la educación auditiva de nuestros hijos ya desde antes de nacer.

Educación auditiva

El primer contacto con la música

La educación auditiva comienza en el vientre de la madre: el bebé ya distingue sonidos desde la semana 20 de embarazo. El primer contacto del bebé con la música es a través de su madre: ella tiene el papel protagonista en esta etapa, ya que es la primera persona que el bebé escucha.

La madre tiene entonces una oportunidad estupenda para que el bebé descubra la música a través de su voz: si la madre canta, el bebé puede escucharla y sentir además las resonancias vibratorias que produce el canto. ¡No hace falta esperar a que nazca para cantarle nanas!

El bebé puede disfrutar también de escuchar música. Se ha demostrado que los sonidos agudos y armónicos propios de la música barroca relajan al bebé, y que en especial la música de Mozart estimula las conexiones del cerebro. Podemos también ampliar a otros estilos eligiendo para el bebé música con tiempos lentos y melodías suaves.

Tras el nacimiento, lo ideal es continuar ofreciendo al bebé estos estímulos musicales: los disfrutará muchísimo y además le ayudamos a adquirir oído musical.

¿Cómo adquirimos el oído musical?

Para poder ayudar en la educación auditiva de nuestros hijos, es muy importante comprender que adquirimos y desarrollamos el oído musical igual que aprendemos el lenguaje materno, por lo que la enseñanza musical tiene que orientarse de la misma manera.

Aprendemos a hablar a base de escuchar, desde antes de nacer, el lenguaje que pronuncian las personas que nos rodean, y que pronto empezamos a imitar. Esta imitación se hace posible por convivir constantemente con nuestro lenguaje.

Al igual que aprendemos a hablar tras escuchar nuestro lenguaje todo el tiempo, para desarrollar el oído musical hay que estar rodeado de música constantemente: es necesario convivir con la música. Nuestro oído y nuestra voz se educan escuchando melodías y cantos sin parar, que pronto querremos imitar. Esta es la clave: para adquirir un buen oído musical… ¡Hay que vivir con música!

Oído musical

Vivir la música en casa: imitamos a mamá y papá

¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar el oído musical? ¡Hagamos que vivan la música en casa! Los niños aprenden imitándonos y les encanta participar de las cosas que hacemos.

Para empezar con buen pie podemos fijarnos en los gustos de los pequeños, ya que a todos no les interesa lo mismo: puede que a nuestros hijos les encante aprenderse las canciones de sus películas infantiles favoritas, o cantar canciones populares, o incluso cantar y bailar música pop y rock. Y quizá disfruten muchísimo si, a modo de juego, nos inventamos ritmos, percusiones y bailes al son de la música, o si hacemos sesiones de karaoke en familia.

Si mamá y papá escuchan música y cantan, los niños querrán escuchar música y cantar. Y si además alguno de los dos toca un instrumento… ¡Desearán hacerlo ellos también! Si forma parte de la vida diaria en casa, nuestros hijos entenderán la música como algo muy cercano, ya que convivirán con ella y la asimilarán como una parte de ellos mismos, desarrollando su oído musical y su amor por la música.